II.- Indicios

-Estas bien??
-Si…Sólo un poco cansado. Aparte que no es muy agradable ver este tipo de asesinatos… todos son iguales. No puedo dejar de ver la cara de Sebastián, en la de las víctimas..
-…bueno, cambiando de tema –mientras hacia una seña para que le llenaran nuevamente el vaso-, el lunes habrá una reunión de la ONU, ya son tres reuniones en un mes… ¿¿crees que ahora lo intenten??
-…No lo creo, al menos no me han dicho nada. Supongo que es mejor que se vuelvan a calmar las aguas. Para ellos es mejor actuar fríamente, tranquilos. Usar el “arma” en esta ocasión, solo causaría el caos mundial, y lo sabes… es mejor manejar las cosas desde las sombras, dominar la situación sin ser entes visibles…
-¿¿y qué harás?? –Mientras fruncía el seño, a modo de pregunta-.
-Seguir con el plan… mantener su confianza, ganar un poco de espacio y así poder averiguar más sobre esto.
-Por mi parte, tendré que seguir investigando. Me he comunicado con un medico en Alemania que dice haber sido contactado personalmente por “Caelum”. Le ofrecían un lugar donde poder completar sus experimentos…
-“…un lugar donde los avances médicos no se vean afectados por los límites de la moral, donde el hombre pueda avanzar hacia el futuro (…), ¿¿está escrito en algún lado que debemos tener dos ojos, dos orejas, dos brazos y dos piernas??, ¿¿es delito manipular el cuerpo a tu antojo??(…)Donde la moral sea ser hermoso, con rasgos envidiables y genes perfectos… Si encierran a los delincuentes en cárceles, si separan a los enfermos de los sanos, ¿porque han de convivir los hermosos con los feos?...”
-La primera vez que escuche esas líneas, no me provocaban más que risa, por lo estúpidas que eran… pero ahora, me dan escalofríos.
-Ya no hay otra salida -dijo luego de un suspiro-, tenemos que hacer algo…
-Creo que nos volveremos a encontrar aquí mismo… en dos días-decía con los ojos cerrados y el seño fruncido, como si le doliera algo-.
-Entonces no me preocupare de llegar a la hora…

Luego de tomarse la última copa al seco, estrecharon sus manos, y cada uno se fue por su lado.


En los últimos años, la carrera armamentista de los países y, en especial, de las potencias mundiales, no ha hecho más que tensionar el ambiente. Compras excesivas de armamento, pruebas nucleares, nuevas armas biológicas, y nuevas tecnologías, han llevado al mundo a estar al borde de una guerra mundial. Ya han estallado pequeños conflictos, y la ONU no puede hacer otra cosa que tratar de mantener la “paz” de la cual ni siquiera ellos están seguros.

La muerte de Sebastián, y los posteriores asesinatos que han ocupado mi agenda, me han hecho abrir la puerta a algo que nunca hubiera pensado. A simple vista, ninguna de las víctimas tenía algo en común, no existe edad, sexo, círculo de amigos, religión, cultura, raza, o algún rasgo característico… ¡ni siquiera se conocían entre sí!! Solo algo… todos sabían lo que yo sé ahora, algunos más, algunos menos, pero todos estaban al tanto de su existencia…
Esto los supe luego de la quinta víctima, Alexis. El me contactó, porque sabía que yo estaba investigando sobre estas muertes, y me reveló lo que había descubierto, me hablo sobre la conexión existente entre las víctimas, y luego de una semana… murió.

“Imagina que eres un perro atado a una carreta cuyo destino desconoces. Sea como sea llegarás a ese destino. Si te niegas y tratas de escapar, te arrastrará y sufrirás más de la cuenta; en cambio, si aceptas el destino de la carreta y la sigues a donde vaya, el viaje será mucho más ameno, e incluso podrás disfrutar del paisaje…” Esas fueron las últimas palabras que escuche de Alexis… creo que ya sabía que moriría pronto…